Análisis y crítica de obra: "viaje en colectivo", de Enrique Galileo. Por Tatiana Fontana


Alambres, piolines de las cajas de pizza, cinta adhesiva cualquier elemento es bueno para sujetar a los pasajeros del colectivo. Spiderman se agarra de una Barbie, y una "pepona" es la mas mirada por los guerreros. La combinacion lograda entre la inocencia de los juguetes (que simulan ser los pasajeros hacinados de un colectivo) y la insufrible realidad de viajar en un transporte público mal gestionado, dan a la obra un tinte personal que no podria ser logrado sino por un artista tan particular.
La masificación, la soledad entre la muchedumbre, la cosificación humana (mostradas en su momento por Antonio Berni) nos adentran en el colectivo, nos sentamos junto a los juguetes y nos sentimos parte de la representación.
La ligereza en la realización de cada obra no desmerece el conceptualismo que se puede extraer de ellas; mas bien logran captar primeramente la atención (debido a la falta de delicadeza a la hora de ensamblar las partes), llevando después a una visión minuciosa de los detalles. Esta falta de delicadeza no es por falta de oficio, sino intencional; ¿quien mas puede ser tan delicado con sus manos que un peluquero?, acostumbrado a las maniobras con tijeras y elementos punzantes.
Médicos, arquitectos, tenistas estan incursionando también en el oficio y nos muestran que a veces un diploma de arte no asegura un acercamiento al público, como si lo puede lograr una idea bien plasmada.
El paradójico artista logra llegar a la conciencia de los que miran su obra, juntando elementos que (fuera de contexto y unidos bajo un criterio particular) adquieren una re-significación estética, psicológica y a veces hasta moral.

Tatiana Fontana.