Representar la violencia, la inseguridad, la desocupación, la corrupción, la falta de atención en la salud, el hambre, la desprotección de los ancianos y niños y otras lindezas que preocupan a los argentinos decentes desde la tarea artística no es para nada una tarea sencilla. Hacerlo, además, con buen gusto y en forma armoniosa es más difícil aún. Porque los temas se prestan a una resolución fácil por la procacidad o lo obseno. La delicada personalidad de Galileo, su sensibilidad y su imaginación consiguen, en estas sus obras, hacernos un paseo por los problemas que nos preocupan, mostrando con toda claridad y crudeza todo lo desorientada que está hoy nuestra argentinidad. Y todo esto hecho con elegancia y buen gusto, usando reciclados imposibles, y mostrando que, cuando hay auténticos valores, se puede avanzar en cualquier tema sin ser ofensivo.
Para mí, es un verdadero placer acompañar en este intento una muestra con tanto mensaje renovador.
Alex Abad
La peluquería en si misma es de por sí una carta de presentación.
De brazos abiertos, dando lugar a distintas miradas, realidades y modos de expresión creo que intenta ser, ademas, un espacio de encuentro.
Era una consecuencia lógica, que Galileo, tarde o temprano se animara no sólo a prestar ese espacio para quienes quisieran usarlo, sino a explorarlo él mismo a traves de la presentación de ésta, su primera muestra.
Como me decia él, cuando fui a ver su muestra, con aquello que lo rodea, muñecos, vidrios, juguetes, maniquíes formula su obra y nos invita a recorrer de una manera directa los trozos de una realidad que nos toca vivir.
Nuevos códigos de la infancia, la exclusión, el paco, los comedores y la maldita TV se presentan en su obra condensando una concepción de arte con una intensa vinculación con la realidad.
Creo que su principal objetivo, si yo no lo comprendi mal, es romper el aislamiento. Es una invitación a que todos, aprovechemos ese espacio para juntarnos a compartir no sólo el momento de la muestra misma, sino pensamientos, expectativas, ilusiones y cuestionamientos acerca de la condición humana.
Por mi parte, Galileo, me alegro que te lances por este camino, y sigas convocando al encuentro.
Claudia Pose
