Cuando Enrique Galileo me propuso que hiciera este " prooemium," para la
presentacion de sus obras y precisamente en su espacio de arte, traté de convencerlo,
que yo no era el más apropiado para hacerlo. Generalmente se estila para estos casos,
que con apreciacion lenta y previa de una a una de las creaciones, exista una crítica
adecuada y más en una ocasion y oportunidad como esta, dado lo dificil de mensurar su
labor y condición netamente autodidacta.
Ya lo ven, no pude convencerlo... He observado sus obras como uno más, traté que
no influyera en mi apreciación, el compromiso de conocer sus pasos permanentes de
inquietud por apoyar los movimientos artísticos que generó por encima de ampulosas
formas culturales y remarco que no hago intervenir, ningun compromiso de amistad.
En algunos casos recientes, traté de alentar su cristalina manera de evadir
formatos impuestos y el volcarse de lleno en decir "algo". Ese "algo" que muchos
callan, a veces por estar inmersos en conflictos de intereses de una franja poblacional,
no siempre comprometida con la lucha pura en contra de las miserias humanas.
Ustedes, todos Ustedes son los destinatarios de los mensajes de
Galileo, por lo tanto seguramente tienen o tendrán la palabra. Mas allá del
me gusta o no me gusta, sus creaciones no necesitan ser explicadas. Seria
absurdo querer incluir estas obras, en el embudo de los ISMOS. Este
constructor de arte, lo sabemos, no es un académico, intuitivamente ha
nacido con el paladar de las formas, texturas y colores. Se ve, trasmite.
Permanentemente encausa su expresion sin eritrar en refinamientos, siempre
a traves de elementos que otros desechan. Sí, sabemos que muchos
grandes, también lo han hecho, a veces por convicción, otros por perseguir
astutamente formatos nuevos, pero tengamos en cuenta que si queremos
catalogar estas obras dentro del modernismo, cubismo, realismo,
positivismo etc. nos vamos a encontrar con un ¿para que?
Si en el lenguaje de las formas, está el entorno que escapa de lo
abstracto a lo figurativo y las tramas tropiezan por aspectos ópticos, es la
simplificación del motivo que va, sin pretenderlo, desde lo plano a fortuitos
hallazgos de perspectivas.
Sus diversos procedimientos ingeniosos, copian el entorno ciudadano.
El tamaño de cada una de las obras esta condicionado y predeterminado por
los objetos y la actitud, que se basa en una certeza de lo que se dice y se
reconoce, todo en forma directa. Algunas veces ias formas quedan presas de
la realidad del espacio disponible. Es un planteo seguramente propuesto por
el diario vivir. Seguramente nuestro artista no quiso diferenciar los pianos
entre abstracto y figurativo. Pienso o admito, que muchos de sus colegas
profesores y profesoras de dibujo y arte decorativo huirían espantados, ante
las sensaciones tan contrastantes, a otras obras paisajísticas de almanaque
o las tan vapuleadas naturalezas muertas. Tengamos en cuenta que Galileo
muestra un entorno, su entorno, el compromiso social. ¿Logra? ¿consigue?
¿o en otros casos encuentra aspectos escultóricos que favorecen la unidad
de observacion y el análisis?
Los procedimientos podrán ser diversos, alcanza con verlos, van desde
el cabello u objetos de sus clientes, hasta juguetes que fueron de sus hijos.
Paradójicamente, los elementos vuelven a la vida y mas allá de alambres,
colores, cromatismos, texturas u otros criterios, son modelos que vemos
profundamente de lo ortodoxo a lo absurdo.
Lo peor que podríamos hacer es brindarle a Galileo un elogio
desmedido, él sabe donde está parado y con una humorada, aciaro que no
me refiero al honroso piso de su particular peluqueria... Seguramente debe
saber que ha tornado un compromiso no solamente social, tambien artístico
y que para esto último, sabrá que Ie hace falta nutrirse con técnicas y
conocimientos de elementos, que algunas veces y no siempre, usan
sabiamente docentes mudos de "decir", sumergidos en escuelas de arte.
Enrique Galileo, has emprendido un largo camino. Creo particularmente
en lo que dijo Astor Piazzolla "La única salida es avanzar"

Mar del Plata, jullio de 2008

Pedro M. Ribeiro Toledo
Croto Libre

pedroribeiro@latinmail.com



TODO OJO ES BURGUÉS

Galileo y su obra:

Quien puede pedir que la obra sea linda, acaso más linda que la realidad circundante ?

En este infierno de excrementos y sangre que llamamos sociedad, Galileo es un niño espantado que juega. El oleo sería demasiado caro para este cartonero del arte, ciruja de la belleza, que junta los restos de una niñez desamparada, raíz arrancada de cuajo como los quebrachales Santiagueños, las ruinas de un país que jamás existió, botellero de esperanzas desaparecidas, filetero del ojo del burgués aburrido, escarnio del mojigato, azote de los que buscan en las artes plásticas un adorno para nuestras miserias. Escandalizador de la moral de cotillón, nada comparado con lo que nos muestran a través del ojo del sistema, es decir la tele.

Respetuoso de las compañeras prostitutas oprimidas que toman mate, no de las de Tineli.

Los que creemos que queremos hacer arte, privilegiados ante todo, nacidos en las filas de la clase opresora, envidiamos a los hijos del pueblo.

No nos alcanza con ejercer la conciencia, habría que repartirla, como los panes, los peces, el vino y el amor, es decir el arte.

O se creen en serio que importa un cuadro?

O se creen en serio que vale la pena contaminar el agua, el aire, la tierra por razones estéticas?

O se creen en serio que la catarata de profilácticos detendrá al SIDA?

Pero no importa, casi nada.

Seguir creando la posibilidad de pensar en la posibilidad remota y maravillosa. Alguno podrá decir o compararlo a un Berni tardío con bajo presupuesto, un recién llegado al instituto DiTella, sin embargo Galileo no proviene de aquellas clases ni desembocó en el amor popular a través de lecturas o teorías, es un trabajador auto-intelectualizado, como tal, directo, sin pelos en la lengua, pero sí en su obra ya que después de todo es peluquero. Y no hay diferencia entre un trabajador de las tijeras, un escultor, un panadero, un pintor de brocha gorda o un artista.

NO LA HAY.

Galileo, me entiende.


HB-Ruedas, 27 de agosto de 2008.



El Innovador Arte de Galileo


Las creaciones de Galileo, están realizadas con materiales no
convencionales, que unidos casi desprovistos de estética, se
transforman en obras de arte.

Son imágenes que corresponden a cuestiones sociales actuales,
de forma revolucionaria e innovadora.
Se podría decir que lanzo una nueva tendencia artistica.

El espíritu creativo de Galileo asombra. Nunca sabemos con
que nos va a sorprender.

El objetivo principal de sus obras es la transmisión del
mensaje. Y lo logra, porque se entiende. Al menos yo lo entiendo.

La pregunta a todo esto es ¿de donde saca tantos juguetes?

Diana Cosmai