Hablar de la obra de Galileo:

Al imaginar que adjetivos ponerle, reflexiono que su trabajo hace
pensar a la gente y que va a dar que hablar, no se parece a nada de lo que yo haya visto,
entonces digo:

· Trasgresor: Porque se atreve a decir lo que muchos no.
· Social: El trasmite lo que ve todos los días en nuestra sociedad.
· Jugado: Se expone a criticas, digo estas, tanto buenas como malas.
· Inteligente: Porque su obra refleja a un hombre pensante.
· Creativo: Se atreve a unir elementos que solo él los uniría de esa manera.
· Transparente: Su obra refleja sus pensamientos y su persona.
· Trasmisor: Ya que en su creación trasmite la problemática actual.
· Generoso: Muy generoso.Tanto que quiere un cambio en la sociedad y es el
por que de su obra. En ella podemos ver lo absurdo, lo que parece sin sentido, sin
los valores necesarios para un vivir diario; los micros llenos, el hambre y los niños,
adolescencias perdidas antes de tiempo, la guerra, etc.

Bueno que más puedo decir de su creación, me parece que
es diferente, les puede gustar o no, pero no puede pasar desapercibida.
Yo por mi parte no puedo ser imparcial, ni objetiva en mi
punto de vista porque se trata de la opinión hacia la obra de un amigo, y es cuando
solo puedo decirle “Galileo, tu obra me gusta mucho”.


Ana María Muñoz.







Día A Día

Día a día se gesta inconscientemente por los protagonistas de esta ciudad a través de sus
actitudes y sus aptitudes. Nos identifica. Nos muestra como somos, nos guste o no. Por lo tanto hablar de la importancia que tiene la “cultura” en nuestra sociedad tendría que sonar redundante.
Lamentablemente en la actualidad dicho término no es tomado con la relevancia que se merece. Estamos inmersos en una confusión que hace que nuestro sentido de pertenencia se pierda y lo peor de todo, que no coincida entre las personas que deberían compartirlo. Esto se debe a agentes que actúan incorrectamente tratándonos de vender una costumbre que no forma parte de nuestra cotidianidad. La confusión se instala y todo parecería perdido.
Pero así como se marcan las manchas, también hay que marcar aquellos que tratan de limpiarlas con sus ideas condicionadas por la realidad que nos toca, aferrados a esa ilusión que tenemos todos y solo algunos pocos tienen la voluntad de conseguirla.
La sencillez es un símbolo de grandeza y esta muestra brinda como nuestro entorno influye en nuestro accionar y en nuestro pensar.
No sería mejor utilizarlo para reflexionar si el espejo que es la “cultura” para nosotros es tomado como corresponde. Pero no solo por los funcionarios o por quienes reúnen riquezas económicas acarreadas de poder, si no también por cada uno de los que formamos parte del día a día que gesta algo tan trascendente como es la cultura que nos identifica ante los ojos del mundo y ante los ojos de quienes son el mañana.


Juan Esteban Alvarez